Ministro de Educación afirma modalidad técnico-profesional ha aumentado su matrícula en más de 35 mil estudiantes en últimos 4 años; funciona en 270 planteles
SANTO DOMINGO. - El ministro de Educación, Antonio Peña Mirabal, afirmó que la
Revolución Educativa en marcha ha dado relevancia a la modalidad
técnico-profesional del sistema educativo, en el objetivo de generar
oportunidades de inserción laboral en los jóvenes, lo que ha resultado en un
incremento de más de 35 mil alumnos en la matrícula del nivel de Secundaria en
los últimos cuatro años.
Destacó que el MINERD está apegado a la Ley General de Educación
66-97 que manda a dotar a los estudiantes de las competencias técnicas y
académicas que les permitan insertarse al mundo productivo y a la continuidad
educativa.
Peña Mirabal expuso que la modalidad técnico profesional contaba
con 40,131 estudiantes en el período 2016-2017, cifra que, en el actual año
escolar 2019-20 alcanza a 75,470 alumnos, diseminados en 270 centros
educativos.
Al dirigir el discurso central en el “Seminario Internacional
sobre el Mercado Laboral, Educación y Formación Técnico Profesional”,
auspiciado por el Ministerio de Trabajo y el Observatorio del Mercado Laboral
Dominicano, Peña Mirabal dijo que los centros educativos que desarrollan
la modalidad técnico-profesional a nivel nacional, se incrementaron de 126 a
270, para lo cual, el MINERD ha implementado diferentes estrategias como: la
transformación de liceos a politécnicos y desarrollo de alianzas públicas y
privadas e institucionales, entre otras.
Sostuvo que la educación técnico-profesional es una de 10
iniciativas que el MINERD ha priorizado en el plan estratégico 2017-2020, con
el objetivo de garantizar una educación a nivel técnico de calidad, además de
coherente con las necesidades de aprendizaje de las personas y los
requerimientos sociales, productivos, presentes y futuros del país.
“Como parte de este esfuerzo, el gobierno del presidente Danilo
Medina Sánchez, a través del decreto 173-16, que manda la creación y desarrollo
de un Marco Nacional de Cualificaciones, que ha sido aprobado por la
Cámara de Diputados y que se encuentra en el Senado, a la espera de que en los
próximos días se inicien los debates para su aprobación, lo que permitirá que
lo que se enseña en las escuelas, universidades y a nivel técnico, sea viable
con la demanda del mercado laboral”, enfatizó Peña Mirabal.
El funcionario explicó que el Marco Nacional de Cualificaciones
tiene como objetivo integrar y coordinar los sistemas de educación y formación
del país, mejorar la transparencia, el acceso, progresión, calidad de las
cualificaciones en relación con el mercado de trabajo y las necesidades de
desarrollo nacional, a fin de dotar al país de un sistema educativo de mayores
y mejores oportunidades, sin barreras que limiten su progreso.
Resaltó que la educación técnico-profesional requiere de
constantes procesos de actualización de su oferta curricular, estudios
sectoriales, prospectivos y de herramientas que permitan tener una oferta
pertinente.
“Creemos que con la puesta en marcha del Marco Nacional de
Cualificaciones y sus distintos mecanismos para ofrecer ofertas actualizadas a
las instituciones oferentes, facilitará el logro de este objetivo”, agregó.
Dijo que el diseño de la oferta curricular de dicha modalidad
significó una valiosa experiencia de participación e integración de los
distintos sectores económicos, sociales, educativos, familiares y
estudiantiles, teniendo como eje central el ajuste entre la oferta y la
demanda.
“La oferta curricular se caracteriza por estar expresada en
resultados de aprendizajes y sus respectivos criterios de evaluación, diseño y
desarrollo curricular, bajo enfoque por competencias, organizada por familias
profesionales, alineadas y coherentes con los requerimientos del Marco Nacional
de Cualificaciones”, dijo Peña Mirabal.
Expuso que la oferta se sustenta en competencias fundamentales y específicas, básicas para el aprendizaje permanente a lo largo de toda la vida, con una puntuación de un 40% del currículo, y el restante 60% está en las competencias laborales y profesionales organizadas en unidades de competencias.
“Tenemos retos por delante
en la educación técnico-profesional, tales como formar y actualizar el docente
en competencias metodológicas, conductuales y didácticas; mejorar y ampliar los
espacios, instalaciones y equipamientos, así como implementar el módulo de
formación en centros de trabajo, entre otros”, puntualizó Mirabal.